¡Aquí hablamos del reino de Dios!

Un día, Dios va a comenzar a reinar en la tierra por siempre y eternamente. ¿Te imaginas cómo será? En su reino solo entrarán las personas arrepentidas de todo corazón y que creen verdaderamente en Jesucristo.

La palabra «evangelio» significa «buena noticia». La buena noticia es el mensaje del reino de Dios. Allí todo será justo. Ya no habrá maldad. Nadie sufrirá ni morirá. Seremos sumamente felices ¿lo dimensionas? Un día, veremos a Dios y viviremos con ÉL para siempre y eternamente.

Hasta que todo se haya cumplido…

Jesús aseguró que ni una letra ni un acento pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Lo primero que comenzó a predicar cuando vino a la tierra fue la buena noticia (evangelio) del reino de Dios. El decía: «Arrepiéntanse y crean en el evangelio». Lo puedes comprobar leyendo San Marcos 1: 14 y 15.

En la famosa oración del «Padre Nuestro», Jesús mismo dijo: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra». Un día, todos haremos la voluntad de Dios. ¿Te imaginas? Jesús dijo: «Será predicada esta buena noticia del reino de Dios en todo el mundo para testimonio (evidencia) a todas las naciones; y entonces vendrá el fin».

En el reino de los cielos conoceremos a Moisés, Noé, Job, Abraham, Isaac, Jacob, José, David, Jeremías, Isaías, Daniel, Juan el Bautista, el apóstol Juan o Pablo. En una ocasión, uno de los que estaba sentado a la mesa con Jesús le dijo: «¡Dichoso el que participe en el banquete del reino de Dios!». No sabemos quién estará sentado a la mesa (a la derecha y a la izquierda) de Jesús. Ya lo sabremos pronto.

Por ahora, tomemos muy en serio las palabras de Jesús. Él dijo: «Solo entrará en el reino de los cielos el que hace la voluntad de mi Padre». «Si no se arrepienten y se hacen como niños no podrán entrar en el reino de los cielos». «El que no nace de nuevo, no podrá ver el reino de Dios».

Y lo más importante: JESÚS vino a la tierra para morir por nosotros y salvarnos del castigo que merecemos por nuestros pecados. Sin su sacrificio en la cruz no tendríamos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.

Estivaly Calva Tapia

Discípula de Jesús & Periodista