Hasta que todo se haya cumplido…
Hay algo muy importante y trascendente que todos deben conocer. Jesús lo mencionó muchas veces: «El reino de los cielos». «Venga tu reino». «Mi reino». «Busquen primeramente el reino de Dios». De hecho, fue lo primero que comenzó a anunciar: «El reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean en el evangelio».
Este evangelio (buena noticia) del reino de Dios será predicado en todo el mundo; y entonces vendrá el fin. Jesús fue muy claro y contundente al decir quienes entrarán en el reino de los cielos: “El que hace la voluntad de mi Padre».
En el reino de los cielos nos sentaremos a comer y beber con Moisés, Noé, Job, Abraham, Isaac, Jacob, José, David, Jeremías, Isaías, Daniel, Juan el Bautista, Pablo o Simón Pedro. Pero el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y alegría. Tres cosas que desde hoy podemos vivir.
No sabemos quién estará sentado a la mesa (a la derecha y a la izquierda) de Jesús. Lo que sí sabemos es que aquellos que no entren al reino de los cielos serán echados a las tinieblas de afuera (al infierno, al fuego que nunca se apaga). Allí será el lloro y crujir de dientes. Cuando vean a todos en el reino de Dios y ellos estén excluidos.
Hoy que lees esto, no endurezcas tu corazón. Jesús aseguró que, si no recibimos el reino de Dios como un niño, no entraremos en él. Ten la seguridad de que “ni una letra ni un acento pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”.
Estivaly Calva Tapia
Discípula de Jesús & Periodista